martes, 28 de octubre de 2008

La dependienta del corte ingles

La dependienta del corte ingles

LA DEPENDIENTA DEL CORTE INGLES Había retomado mis estudios de derecho, me encontraba tomando apuntes en la universidad de Palencia. Escribía lo importante con un bolígrafo rojo. Me gustaba mi bolígrafo rojo y cómo iban quedando los apuntes apuntados en cuartillas. El profesor era un hombre cano que sentía respeto por mí. Me alegraba de haber retomado mis estudios. Me sentía más joven. También me encontraba en la universidad con compañeros y compañeras muy agradables. Recuerdo que había quedado con Paco en un Cyber—probablemente de la universidad—muy grande, un cyber enorme. Mi amigo Paco estaba deprimido y preocupado porque creía que el quince de noviembre del 2008 empezaría la tercera guerra mundial. Buscábamos en Internet algo que tuviera que ver con el quince de noviembre y descubríamos que ya el quince de noviembre del 2007 se hablaba de la tercera guerra pero eso no nos tranquilizaba. Sentíamos que en esa fecha se reunirían los dirigentes del mundo para preparar la tercera guerra mundial, yo pensaba en mis seres queridos. Había una mujer tipo Candela Peña que me gustaba, estaba en el cyber también. Me daba un correo electrónico muy erótico pero era muy exigente sexualmente y eso la hacía diferente y dura, aun así me gustaba. Me despedía de mi amigo y me fui por Palencia a pasear. Encontré un camión que iba cargado de leones, yo saludaba a los leones, les hacía gestos para que gruñeran pero ellos no se enfadaban. Entonces los leones se convirtieron en mujeres desnudas, el camión llevaba un cargamento de mujeres desnudas y yo pensé que estaba teniendo una alucinación. Poco después volvía a ver los leones, corrí un poco y les chillé para que me gruñeran pero los leones no hacían nada. Todo era muy extraño. Me preguntaba para dónde eran esos cargamentos de leones y pensé que quizás había cristianos en un circo romano esperando su fatídico fin o era una imagen de que el cristianismo sería perseguido. Me pasaban cosas muy extrañas, recuerdo aquel político amigo mío licenciado en economía al que llevaba veinte años sin ver y me preguntaba qué opinión tendría sobre la crisis financiera mundial. Cuando me lo encontré sólo le dije hasta luego. Pero no era casual habérmelo encontrado. Total que vi un corte inglés y me metí a compararme una cartera de piel, me atendió una colombiana muy simpática que tenía uno ochenta de estatura y era un poco gorda, de cara un poco vulgar, morena y con coleta. Vivía allí en el corte inglés en un departamento al que se llegaba mediante un ascensor. Nos hicimos amigos y me invitó a subir a su departamento. Allí me presentó a un sudamericano que me dijo que leyera a José Martí. Yo no había escuchado ese nombre en mi vida. Luego supe que era un modernista. La colombiana me dijo que era oruga por el horóscopo chino de Colombia, tampoco había escuchado nada igual. Empezaba a anochecer y yo hablaba con la dependienta sentado en su cama, mi madre me llamó al móvil y quería venir a buscarme. Yo no quería que ella se enterase de que tenía una nueva amiga. La dependienta quería ser mi novia y yo pensaba que no estaba preparado para ello pero que tampoco quería estar solo. No sabía qué hacer. El quince de noviembre se estaba acercando. Escuchaba con ella canciones románticas y música latina y dejaba pasar el tiempo.

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Enviado por: jose imaginacion

El Hombre Romantico

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